LAS PIÑAS VOLADORAS

Caminando por el bosque hemos regresado con las manos llenas de piñas y, en los bolsillos, tantos piñones que se nos han acabado los dedos para contarlos.

Durante el paseo, vimos como caían las piñas al suelo haciendo mucho ruido y, rápidamente, se nos ocurrió que podíamos jugar a que en lugar de caerse, con un poquito de magia, las piñas podían salir volando como si fuesen una bandada de pájaros. Sólo necesitábamos la ayuda de nuestra mesa de luz.

WP_20141113_001

WP_20141113_006

En clase, le contamos nuestro secreto a la mesa, que se puso tan contenta que no paraba de cambiar de color. Cada niño escogió una piña, un pincel y un hoja de papel. ¿Adivináis lo que vamos a hacer?

Para empezar, amenizamos la sesión con una música de fondo. Pensamos en un instrumento que se hincha y se deshincha como un globo. ¡Aquí está nuestro el amigo el acordeón!

A continuación, animamos a los peques a que cubran por completo las piñas con pintura.. Hay varios colores en el centro de la mesa para que puedan mojar su pincel donde quieran y combinar los tonos como decidan. El pincel corre a toda velocidad sobre las superficie de nuestro objetos ‘voladores’, pero a veces se escurre y se cuela por dentro, así podemos iluminar también el interior de las piñas con alegres colores.

oulas

La pintura que cae sobre el folio de papel se convierte además en un pequeño cuadro donde se entretienen los pinceles al acabar esta actividad libre.

20141117_152428Para echar las piñas a volar seguro que habéis pensado en unas alas. ¡Pues os habéis equivocado! Es algo mucho más sencillo. Los niños sujetan sus ‘obras voladoras’ mientras les atamos en la punta un cordón de hilo. Las fijamos en el techo de la clase y, cuando después de comer nos tumbamos a descansar, las vemos bailar sobre nuestras cabezas y soñamos que incluso se escapan volando de la escuela.

Deja un comentario